lunes, 25 de febrero de 2008

POR UNOS QUILATES MAS






Hace ya algún rato que observo los movimientos políticos latinoamericanos y no son los resultados de mi observación, sino las resultantes del los procesos electorales lo que demuestran objetivamente que nuestros pueblos cansados de la explotación y de la falta de ley en estos países aún en manos de las viejas oligocracias y de las corruptelas burocráticas, deciden de una vez por todas sacudirse para siempre a sus viejos martirizadores.

No es necesario profundizar en discursos que nadie entiende, simplemente preguntarle al pueblo salvadoreño si están felices con el gobierno actual y que si el caso es ese que voten los arenarcos, por los diputráficos, por los alcalnarcos.

Recientemente estando en una de las giras de la Fórmula del Pueblo se me acercaron cuatro policías y si expresaron más o menos de la siguiente manera: “Nosotros también somos del pueblo, nos dan un par de botas cada dos años, nos hacen planchar y replanchar el mismo uniforme, nuestros hijos están enfermos, desnutridos y las medicinas que nos dan no son más que harina de yuca con nombres de medicinas” y bueno, continuó-, estamos jodidos, los sueldos son bajos y no alcanzan ni para frijolear ya que todo está caro, a lo cual respondí que yo no soy político, sino un observador internacional del proceso; pero que es el pueblo el que decide el gobierno que desea tener y que si están bien con el gobierno actual que vayan a votar por el mismo. La realidad del pueblo salvadoreño es horrible: la canasta básica se convierte en canasta celestial cuyos precios están por las nubes, el pequeño parcelario tiene no solo hipotecada su pequeña parcela, sino las futuras cosechas para las cuales no tiene ni siquiera semilla, el crimen crece con el desempleo general, el pueblo remesero tiene un día de gloria (cuando llega la remesa) y treinta días de infierno, esperando como el coronel de García Márquez un envío que nunca llega y que cuando llega, los rapaces del sector financiero se la arrancan como aves de rapiña del esqueleto agonizante del remesado.

Estamos viviendo una situación desesperante, el TLC (tratado de libre contaminación) es la estocada final al pequeño y mediano productor ya sea industrial o comercial, el Proyecto de la Explotación Minera: Pacific Rim, El Dorado, del cual se piensan robar 3 mil millones de dólares será la muerte de la fauna y la flora de tres departamentos de nuestra patria y de la nación en general. Estuve como Prensa Internacional en una reciente reunión de la Comisión adhoc que estudia el proyecto de la Ley Minera, quisiera recordarles a dichas personas que estudien el informe del tanque pensante de la universidad de Toronto Moran Thinking Tank que específicamente tiene un estudio sobre el proyecto El Dorado en el departamento de Cabañas en El Salvador, dicho estudio demuestra objetivamente que la minera canadiense Pacific Rim va a usar 33 químicos en la explotación del “Oro de la Muerte” y no uno como claman los plumácos referentes de prensa de dicha empresa y que una vez se han usado dicha cantidad de químicos, la atmósfera, el suelo y el subsuelo son irrecuperables por lo tanto mueren definitivamente.

Quien escribe, leyó un informe del Comité Internacional Contra La Explotación Minera el cual afirma (hay pruebas) que a un pequeño ganadero de Guacotecti se le murieron 22 vacas paridas por haber tomado agua cianurada e informes médicos del departamento de Cabañas señalan que hay muchas personas que viven en la periferia de las zonas de pruebas para la explotación del oro, están apareciendo con enfermedades no comunes y por supuesto nuevas en el medio como son; urticarias, caída prematura de cabello, cáncer, sordera y ceguera las cuales son nada más campanazos que debieran prevenirnos para la pandemia que nos llegará con la misma seguridad con que suben los precios de vida en esta nación sojuzgada y empobrecida cada día más por los enemigos del pueblo. Nuestro pueblo y los candidatos del FMLN están conscientes de los peligros que ofrece para nuestra nación la explotación minera y es deber del FMLN y del pueblo salvadoreño luchar contra la explotación del Oro de la Muerte y que con el mísero 2% que le van a dejar a los políticos que les apoyan no ajustará ni para comprar los ataúdes de los futuros “Mártires Silentes” de la zona periférica de dicho maldito e inhumano proyecto.



Salvatto Pirandello.

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